Salmo 131-2

Salmo 131 II.

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
"A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.

Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono".

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
"Ésta es mi mansión por siempre,
aquí vivi, porque la deseo.

Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los sacia de pan,
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.

Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brilla mi diadema".

Gloria al Padre y al Hijo y al Esritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.